Junto al camino, en la ruta que une San Javier con Constitución se encuentra la localidad de Santa Olga, un pequeño poblado en medio de plantaciones de pino, en donde la actividad forestal es predominante.
Es aquí donde se pueden observar repetidamente estas construcciones todavía en pie, en muchos casos en desuso, pero que recuerdan un pasado en donde la actividad forestal se desarrollaba en un ámbito familiar, pequeñas plantaciones de pino que usaban estos hornos de ladrillo para quemar los residuos madereros.